En fotos capturadas con dron, se constató la construcción de varias viviendas, algunas precarias, hechas con materiales ligeros, conocidas también como 'mediaguas', dando como resultado el levantamiento de 10 informes por construcción sin los permisos correspondientes.
Construir edificaciones al filo de las quebradas representa riesgos tanto para la seguridad de los residentes, como para la integridad de las estructuras y del medio ambiente, especialmente cuando no se cuenta con los análisis y estudios arquitectónicos y estructurales que forman parte de los permisos municipales.
Estas zonas suelen estar sujetas a una erosión del suelo más acelerada debido al agua de lluvia, lo que puede llevar al deslizamiento de tierra y colapso de la edificación.
Además, en épocas de lluvias intensas, las quebradas pueden experimentar crecidas repentinas que ponen en peligro las viviendas cercanas, aumentando el riesgo de inundaciones, pérdidas humanas y daños severos a la propiedad.
Según el código municipal, está prohibido construir en franjas protectoras de quebradas (de 6 a 15 metros de acuerdo al tipo de quebrada e inclinación) por lo que los infractores podrían enfrentar una multa de hasta 23.000 dólares.
En el sector de La Comuna, se realizó tres informes por descarga de lavazas a la quebrada, dos informes por arrojo de escombros y tres actas de advertencia a locales comerciales que no contaban con los permisos para su funcionamiento.
También se suspendió la construcción de un muro de hormigón, que se estaba levantando con la finalidad de cerrar un pasaje de acceso público, en un barrio de La Gasca.
Conforme la ordenanza municipal, la persona que arroje lavazas a las quebradas será sancionado con 92 dólares; para quien arroje escombros, la multa podrá ser hasta de 230 dólares.
En los 14 meses de administración del alcalde Pabel Muñoz, se han realizado 270 inspecciones de arrojo de lavazas, 201 por escombros, 50 por construcciones al borde de quebrada y 27 por relleno.
Las construcciones, el arrojo de lavazas, escombros y el relleno de quebradas afectan a los ecosistemas locales y alteran el equilibrio natural, causando problemas de erosión y degradación del suelo que impactan negativamente en la seguridad y el medio ambiente circundante.