Durante la inspección, se constató que el establecimiento no contaba con los permisos correspondientes y vertía a la vía residuos como aceites e hidrocarburos. La contaminación auditiva denunciada por los vecinos, también, pudo ser constatada, por lo que podría enfrentar multas que oscilan entre los USD 2.300 y USD 3.680.
La AMC insta a los dueños de los establecimientos a cumplir con la normativa vigente y a respetar los derechos de todos los habitantes de Quito. Esta entidad continuará con su labor para garantizar que las actividades comerciales se desarrollen en el marco del respeto y cuidado al ambiente.
Con orden y control, Quito renace.