Un total de 15 tercenas fueron inspeccionadas, se verificaron las Licencias Únicas para el Ejercicio de Actividades Económicas (LUAE), así como la documentación relacionada con el transporte, certificados de rastro y, principalmente, la guía de faenamiento. Se iniciaron tres procedimientos de sanción a los establecimientos que no presentaron la documentación correspondiente a su actividad económica.
La guía de faenamiento es un documento crucial que garantiza que los productos cárnicos provienen de camales oficiales, donde se cumplen los protocolos sanitarios y se realiza una verificación exhaustiva del estado de salud de los animales por parte de veterinarios calificados.
Es importante destacar que, en camales clandestinos, donde las condiciones pueden ser precarias y las prácticas no están reguladas, los animales experimentan un mayor estrés durante el proceso de faenamiento, lo que también puede tener repercusiones negativas en la salud del consumidor final.
En contraste, de los 15 establecimientos inspeccionados, dos mostraron excelentes condiciones de higiene y presentaron la documentación respectiva. Esto asegura la calidad e inocuidad de los productos que llegan a la mesa de quiteños y quiteñas.