Alrededor de las 11 de la mañana, el menor de edad se dirigía a su casa por el pasaje Los Giljeros, cuando dos perros salieron de la casa de Segundo G. y se lanzaron contra el niño, derribándolo y mordiendo su cara, espalda, piernas y axilas.
Los vecinos del barrio Ocaña, al escuchar el llamado de auxilio del menor y los gruñidos de los canes, ahuyentaron a los animales de compañía que lo atacaban.
La madre, al ver las heridas que provocaron los caninos, llevó a su hijo a una casa de salud para ser atendido por los médicos, quienes suturaron, con varios puntos, lesiones de la mejilla y rodilla derecha.
Según la normativa municipal, el tutor de los canes debe asumir los daños y perjuicios que el animal genere u ocasione a un tercero, sea a una persona, a los bienes ajenos o a otros animales.
Al ser considerada una infracción muy grave, Segundo G. enfrentará una multa de 10 salarios básicos, como está estipulado en el artículo 3711 del Código Municipal.
Este caso destaca la importancia de que los propietarios de animales asuman la responsabilidad porlas acciones de sus animales de compañia. Esta medida busca enviar un mensaje claro a la comunidad sobre la necesidad de una adecuada supervisión y responsabilidad en el manejo de animales de compañía.