Con este propósito, Lira Villalva, supervisora de la AMC y Santiago Andrade, gerente general de EMGIRS EP, suscribieron un convenio para la supervisión y control de las quebradas en el Distrito Metropolitano de Quito.
La colaboración fortalecerá la capacidad de respuesta ante emergencias, contribuirá al desarrollo sostenible, la planificación urbana, adopción de medidas preventivas y mejorará la gestión de riesgos en Quito.
Estas inspecciones se suman a las ya planificadas por la AMC en materia de control en quebradas, escombreras y cauces de ríos.
El convenio permitirá supervisar acciones que impactan negativamente en las quebradas, como:
Depósito y relleno con escombros en el espacio público (quebradas y río)
Uso indebido del espacio público (invasión o apropiación en franjas de protección de quebradas)
Descarga de lavazas hacia cuerpos hídricos
Pastoreo de animales en zonas de protección de quebradas y ríos
Botaderos a cielo abierto por el arrojo de residuos en quebradas o franjas de quebradas
Ejecución de obras de relleno de quebradas.
Las quebradas son parte del patrimonio natural de la ciudad. Por ello, los habitantes del distrito están obligados a hacer un buen uso de las mismas, ya que una de sus funciones principales es albergar ecosistemas y reducir los riesgos de deslizamientos.