Los responsables por colocar este tipo de publicidad, sin autorización municipal, podrían enfrentar una multa del 60% del salario básico (260 dólares) por cada metro cuadrado, además de la obligatoriedad de desmontar el objeto publicitario y reponer los daños materiales que se produjeron al momento de colocarlo.

El primer control se lo realizó cuando se colocó seis sellos de suspensión en tres vallas de 32 metros cuadrados de dos caras, que se encuentran en la avenida Oswaldo Guayasamín, en el nororiente de la ciudad.

Una de las vallas se encuentra en el espacio público, sobre la acera, obstaculizando el tránsito de los peatones; las otras dos están colocadas dentro de lotes privados, al lado de varias casas.

José Vaca, Director Metropolitano de Inspección, mencionó que “existen 1.100 elementos publicitarios en exteriores en el Distrito Metropolitano de Quito, de los cuales, tan solo 160 cuentan con las autorizaciones municipales, siendo necesario el control de las mismas, respetando el derecho al trabajo que tienen este nicho del mercado”, instando a los dueños de estas empresas publicitarias a que obtengan las autorizaciones correspondientes.

El segundo operativo ocurrió en el puente de Miravalle, donde se puso dos sellos de suspensión en dos vallas de 12 metros; los responsables, quienes no contaban con la autorización, podrían enfrentar una multa de 3.120 dólares.

En el Valle de los Chillos, una empresa publicitaria retiró dos de las tres vallas publicitarias, como parte de la corrección de conducta, mismas que no contaban con autorización municipal y en las que se colocó tres sellos de suspensión dentro de un procedimiento de sanción iniciado por la AMC.

En la avenida Gaspar de Villarroel donde, además de poner un sello de suspensión, se impidió la colocación completa de una nueva valla sin autorización, dentro de un predio privado.

En la última semana, se pusieron sellos de suspensión de actividad a tres objetos publicitarios fijos y uno LED, para continuar con el tramo de la Av. Oswaldo Guayasamín, una vía rápida en la que estos objetos publicitarios pueden convertirse en un distractor para los conductores.

En lo que va del año, la AMC ha iniciado un total de 70 procedimientos administrativos a empresas que no contaban con autorización para colocar elementos publicitarios en el espacio público.

Los controles realizados permiten que las empresas dedicadas a la instalación de este tipo de elementos publicitarios busquen la regularización de su actividad económica, lo que se evidencia en un incremento del 20% de solicitudes de permisos en las Administraciones Zonales.