La convocatoria se realizaba a través de redes sociales, atrayendo a centenas de personas con poca información sobre el proceso. En los locales, se utilizaban dispositivos que escanean el iris y crean identificaciones digitales únicas, asegurando que estos datos no sería almacenados y permanecerían bajo control del usuario.
Durante las inspecciones, se constató que los establecimientos carecían de licencia de funcionamiento y permisos del Cuerpo de Bomberos, lo que, sumado a la naturaleza de la actividad, representaba un grave peligro debido a la aglomeración de personas en ambos lugares. Además, se evidenciaron condiciones de seguridad deficientes, como rutas de evacuación y ventilación inadecuadas, que ponían en riesgo la integridad de los asistentes. Estas irregularidades motivaron la clausura inmediata y la imposición de sanciones que podrían alcanzar los USD 1.840 por cada caso.
La AMC alerta a la ciudadanía sobre los posibles riesgos de participar en estas actividades, que pueden comprometer la seguridad de sus datos personales. Asimismo, reitera su compromiso de garantizar el cumplimiento de la normativa, promoviendo la seguridad y el bienestar de todos los quiteños.