Quito, 25 de abril de 2025.- En una intervención en el sector Checa, en la parroquia de Tumbaco, la Agencia Metropolitana de Control (AMC) inició un procedimiento de sanción en contra de un ciudadano que mantenía a ocho cerdos hacinados en el interior de un cuarto pequeño.
Los animales, destinados al consumo humano, se encontraban sin ventilación, sobre sus propias heces y sin espacio para moverse libremente, condiciones que favorecen la proliferación de enfermedades y ponen en riesgo la salud de sus consumidores finales.
El responsable, propietario de un hospital local, aseguró que ni los cerdos ni las vacas se comercializaban, sino que se destinaban al consumo interno de los pacientes; sin embargo, las precarias condiciones de higiene y bienestar animal vulneran los estándares mínimos de sanidad exigidos para productos de origen animal.
El Código Municipal establece que quien hacine, maltrate, torture o incumpla los parámetros de bienestar animal en especies destinadas al consumo puede enfrentar una multa de hasta 4700 dólares.
Inicio de sanción a vendedora de leche de cabra
En un operativo en el Parque Inglés, sector San Carlos (norte de Quito), la AMC detectó a una vendedora que ofrecía leche de cabra sin pasteurizar ni contar con los permisos correspondientes, iniciando un procedimiento sancionador con una posible multa de 235 dólares.
La Zonal Eugenio Espejo respondió a la denuncia de la Asociación de Trabajadores Autónomos del sector, cuyos miembros sí disponen de las autorizaciones municipales para ejercer su actividad económica.
Al llegar al punto, los inspectores constataron a una mujer vendiendo leche cruda, un producto que representa un riesgo sanitario al no someterse a los procesos de pasteurización. Además, las cinco chivas permanecían atadas con sogas al cuello y eran arrastradas por las calles para ordeñarlas al paso de los clientes interesados en adquirir la leche sin tratamiento.