En un trabajo articulado entre las entidades, las labores de control y sanción arrancaron en La Mariscal, en donde a 3 restaurantes que funcionaban como bares se les inició un acto administrativo sancionador por mal utilizar su Licencia Única de Actividades Económicas (LUAE).

El recorrido abarcó zonas del norte y sur de la capital. En el sector de Chillogallo se clausuró una cancha deportiva donde más de 200 personas estaban aglomeradas, practicando deportes de contacto y como espectadores. Así también, en Santa Rita se sancionó y clausuró una discoteca clandestina y se encontró 100 ciudadanos en el lugar.

Por otro lado, en la av. América, al norte de Quito, un centro de tolerancia funcionaba de manera clandestina y sin ninguna medida de bioseguridad, por lo cual la AMC levantó un acto de inicio y la medida cautelar de su clausura.

“La ciudadanía se ha relajado y eso pone en riesgo miles de vidas. Desde la AMC endureceremos nuestras labores de control para evitar que la informalidad siga poniendo en riesgo la salud de los quiteños”, señaló Gabriela Obando, supervisora metropolitana de Control.

La AMC, en conjunto con otras instituciones del orden y seguridad seguirá controlando todas las actividades no regularizadas que además de incumplir la normativa generan focos de contagio de la COVID-19.