La Agencia Metropolitana de Control (AMC) no es la excepción. La entidad sancionadora y de control de Quito está liderada por una mujer (Gabriela Obando), quien genera estrategias y lineamientos junto a dirigentes de las fuerzas del orden de la ciudad, quienes en su mayoría son hombres.

Esto se hace claramente visible cuando de 221 municipios, únicamente 3 entidades de control similares a la AMC, a escala nacional, están al mando de una mujer.

Gabriela Obando, supervisora Metropolitana de Control ejerce sus labores sancionadoras en Quito junto a un equipo que en gran parte está conformado por mujeres, entre las que se encuentran 5 directoras metropolitanas.

137 mujeres trabajan día a día por mantener el orden en las diferentes actividades que se llevan a cabo en la capital del Ecuador, principalmente las referentes al espacio público, construcciones irregulares, fauna urbana, revisión de permisos, publicidad exterior, entre otros.

De este grupo de mujeres, aproximadamente 80 realizan labores en territorio, donde están expuestas a agresiones, insultos y donde se ha evidenciado un rechazo a su autoridad por cuestiones de género. Sin embargo, cumplen con sus labores de la mejor manera y llenas de valentía y determinación.

Sin lugar a dudas, estas y muchas otras mujeres que ocupan cargos similares se enfrentan al gran reto de desarrollar sus actividades con autoridad y firmeza, en un entorno dominado primordialmente por hombres.